domingo, 26 de julio de 2015

Polémica en el origen de los americanos según la genétíca.

Maanasa Raghavan et al (2013) secuenciaron el ADN de un individuo juvenil (MA 1) cuyos restos hallados en Mal'ta (Lago Baikal, centro-sur de Siberia), fueron datados en 24 ka. Se trata del genoma humano anatómicamente moderno más antiguo reportado hasta la fecha.
  • El ADN-mt pertenece al haplogrupo U, con alta frecuencia entre los cazadores recolectores del Paleolítico Superior y Mesolítico europeo.
  • El ADN-Y pertenece al haplogrupo R, basal a euroasiáticos occidentales de hoy en día y es cercano a la raíz de la mayoría de los linajes nativos americanos.
  • El ADN autosómico es basal a euroasiáticos occidentales de hoy en día y genéticamente muy relacionado con los actuales nativos americanos, sin afinidad con los asiáticos orientales.
Esto sugiere que las poblaciones relacionadas con los euroasiáticos occidentales contemporáneos tenían una distribución más nororiental hace 24 ka años de lo que comúnmente se piensa. Por otra parte, se estima que del 14 al 38% de ascendencia nativa americana puede provenir del flujo de genes de esta antigua población. Esto es probable que haya ocurrido después de la divergencia de los antepasados ​​de los nativos americanos con los antepasados ​​de los asiáticos orientales, pero antes de la diversificación de las poblaciones americanas nativas del Nuevo Mundo.
La presencia de genes de la población a la que pertenecía MA-1 en el linaje de los nativos americanos podría explicar por qué algunos cráneos de los primeros americanos muestran características morfológicas que no se parecen a las de los asiáticos orientales.

Morten Rasmussen et al (2014) secuenciaron el genoma Anzick 1, asociado directamente con herramientas Clovis, datado en 10.705 ± 35 14C años PB (aproximadamente 12.707-12.556 cal BP).
  • Comparte genes con la población siberiana de Mal'ta
  • Está más estrechamente relacionado con todas las poblaciones indígenas americanas que con cualquier otro grupo. La relación es mayor con las poblaciones modernas de América Central y del Sur, lo que evidencia una división anterior en las primeras poblaciones americanas.
Por otra parte, los pre-Inuit de la cultura Dorset (representados por Saqqaq) muestran más afinidad con varias poblaciones de Siberia (en particular la Naukan, Chukchi , Koryak y Yukaghir, en este orden) que con nativos americanos, incluyendo aleutianos).
Los modelos consistentes con los datos reflejan que Anzick-1 está más estrechamente relacionado con las poblaciones del sur de América (SA) que con las del norte (NA) (c), aunque también es posible que las tres poblaciones desciendan del mismo tronco los norteamericanos (NA) hayan recibido la introgresión de un grupo basal arcaico (podría ser una población Na-Dene o inuit).
Flujo genético de antiguas poblaciones siberianas en europeos y nativos americanos. Razib Khan (2013).

map showing genetic similarities
Proximidad genética entre los amazónicos y los indígenas australianos, de Nueva Guinea y las Islas Andamán. Skoglund et al, 2015.
Pontus Skoglund, Swapan Mallick, Maria Cátira Bortolini, Niru Chennagiri, Tábita Hünemeier, Maria Luiza Petzl-Erler, Francisco Mauro Salzano, Nick Patterson y David Reich han analizado la información publicada de todo el genoma de individuos de 21 poblaciones nativas de América Central y del Sur. También recogieron y analizaron el ADN de individuos de otras 9 poblaciones nativas de Brasil. Compararon estos genomas con los de individuos de otras 200 poblaciones no americanas. De acuerdo con los resultados:
  • Algunos nativos amazónicos descienden de una población fundadora más estrechamente relacionada con los indígenas australianos, de Nueva Guinea y las Islas Andamán, que a con cualquier eurasiático o nativo americano de hoy en día. 
  • Esta firma no está presente en la misma medida, o no está presente en absoluto, en los actuales norte y centroamericanos ni en un genoma Clovis de hace ca 12,6 ka.
Poblamiento de América en una única ola migratoria. Raghavan et al, 2015.
Maanasa Raghavan, Matthias Steinrücken, Kelley Harris, Stephan Schiffels, Simon Rasmussen, Michael DeGiorgio, Anders Albrechtsen, Cristina Valdiosera, María C. Ávila-Arcos, Anna-Sapfo Malaspinas, Anders Eriksson, Ida Moltke, Mait Metspalu, Julian R. Homburger, Jeff Wall, Omar E. Cornejo, J. Víctor Moreno-Mayar, Thorfinn S. Korneliussen, Tracey Pierre, Morten Rasmussen, Paula F. Campos, Peter de Barros Damgaard, Morten E. Allentoft, John Lindo, Ene Metspalu, Ricardo Rodríguez-Varela, Josefina Mansilla, Celeste Henrickson, Andaine Seguin-Orlando, Helena Malmström, Thomas Stafford Jr., Suyash S. Shringarpure, Andrés Moreno-Estrada, Monika Karmin, Kristiina Tambets, Anders Bergström, Yali Xue, Vera Warmuth, Andrew D. Friend, Joy Singarayer, Paul Valdes, Francois Balloux, Ilán Leboreiro, Jose Luis Vera, Hector Rangel-Villalobos, Davide Pettener, Donata Luiselli, Loren G. Davis, Evelyne Heyer, Christoph P. E. Zollikofer, Marcia S. Ponce de León, Colin I. Smith, Vaughan Grimes, Kelly-Anne Pike, Michael Deal, Benjamin T. Fuller, Bernardo Arriaza, Vivien Standen, Maria F. Luz, Francois Ricaut, Niede Guidon, Ludmila Osipova, Mikhail I. Voevoda, Olga L. Posukh, Oleg Balanovsky, Maria Lavryashina, Yuri Bogunov, Elza Khusnutdinova, Marina Gubina, Elena Balanovska, Sardana Fedorova, Sergey Litvinov, Boris Malyarchuk, Miroslava Derenko, M. J. Mosher, David Archer, Jerome Cybulski, Barbara Petzelt, Joycelynn Mitchell, Rosita Worl, Paul J. Norman, Peter Parham, Brian M. Kemp, Toomas Kivisild, Chris Tyler-Smith, Manjinder S. Sandhu, Michael Crawford, Richard Villems, David Glenn Smith, Michael R. Waters, Ted Goebel, John R. Johnson, Ripan S. Malhi, Mattias Jakobsson, David J. Meltzer, Andrea Manica, Richard Durbin, Carlos D. Bustamante, Yun S. Song, Rasmus Nielsen y Eske Willerslev han secuenciado 31 genomas de individuos actuales de las Américas, Siberia y Oceanía: Altai (n=2), Buryat (n=2), Ket (n=2), Koryak (n=2), Sakha (n=2), Yupik Siberianos (n=2), Tsimshian (n=1); Pima (n=1), Huichol (n=1), Aymara (n=1), Yukpa (n=1), Papúa (n=14), para su estudio junto con 23 genomas antiguos de individuos de América del Norte y el Sur datados entre ca 6-0,2 ka y de 79 individuos actuales de América y Siberia.
Según las conclusiones de los autores, los antepasados ​​de todos los actuales nativos americanos, incluyendo atabascos y amerindios, entraron en América en una única ola migratoria desde Siberia a partir de hace 23 ka, que permaneció aislada en Beringia menos de 8 ka. La población que llegó a América se separó en dos ramas basales hace ca 13 ka: una de ellas se dispersón por toda América, mientras la otra lo hizo solo por el Norte. Flujos posteriores de genes dieron lugar a que algunos nativos americanos compartan ascendencia con asiáticos del este actuales (incluyendo siberianos) y con australomelanesios. Pericúes y fuegopatagones no están directamente relacionados con los australomelanesios modernos.

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